Qué ver y hacer en Polonia: 45 lugares imprescindibles para tu viaje.

QUE VER Y HACER EN POLONIA 45 lugares imprescindibles para tu viaje

Polonia, ubicada en el corazón de Europa Central, es un país donde la historia milenaria convive con paisajes naturales de una belleza sobrecogedora. Sus ciudades rebosan arquitectura medieval, modernismo y vitalidad cultural, mientras que sus montañas, parques nacionales y playas del Báltico ofrecen experiencias inolvidables a los amantes de la naturaleza. Si te preguntas qué ver y hacer en Polonia, estás por descubrir uno de los destinos europeos más completos y sorprendentes.

A menudo subestimada frente a gigantes turísticos como Italia o Francia, Polonia ofrece una riqueza cultural y paisajística que conquista a todo viajero curioso. Desde las callejuelas adoquinadas de Cracovia hasta las dunas móviles del Parque Nacional de Słowiński, cada rincón del país te invita a explorar su identidad única.

Además, Polonia es conocida por su hospitalidad. El viajero que se aventura por sus tierras descubre no solo monumentos y paisajes, sino también la calidez de su gente, tradiciones arraigadas, y una gastronomía deliciosa que mezcla influencias eslavas, germánicas y judías. Platos como el pierogi (empanadillas rellenas), el żurek (sopa agria) o el bigos (guiso de repollo) son tan memorables como sus castillos y montañas.

Otro de los puntos fuertes del país es su accesibilidad: viajar dentro de Polonia es relativamente económico y está bien conectado mediante trenes, autobuses y carreteras. La variedad de ofertas de alojamiento y la excelente relación calidad-precio hacen de Polonia una elección ideal tanto para mochileros como para viajeros de lujo.

Para quienes valoran el turismo responsable, Polonia ofrece numerosas opciones de ecoturismo, reservas naturales protegidas y senderos bien conservados. Puedes avistar bisontes europeos en Białowieża, recorrer senderos en los montes Tatras o simplemente relajarte frente al lago Morskie Oko rodeado de paisajes alpinos.

Ya sea que busques cultura, historia, aventura, gastronomía o naturaleza virgen, Polonia lo tiene todo. Y lo mejor: aún guarda rincones poco turísticos que te permitirán vivir la Europa más auténtica sin multitudes. En este artículo te mostraremos una guía completa sobre qué ver y hacer en Polonia, desde las ciudades más emblemáticas hasta los secretos más escondidos del país.

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Qué ver y hacer en Polonia

Responder a la pregunta qué ver y hacer en Polonia implica sumergirse en una experiencia rica y variada. El país está dividido en regiones que ofrecen todo tipo de atracciones: ciudades con cascos históricos perfectamente conservados, castillos medievales que parecen sacados de cuentos, playas, lagos, bosques ancestrales, y hasta búnkeres nazis camuflados en espesos bosques. Aquí, cada tipo de viajero encuentra su lugar.

Una de las mejores formas de comenzar un viaje por Polonia es explorando sus ciudades históricas. Cracovia, antigua capital del país, es una joya cultural donde se entrelazan siglos de historia en sus plazas, iglesias, y callejones. Varsovia, por su parte, ha renacido de las cenizas tras la Segunda Guerra Mundial con una combinación vibrante de modernidad y reconstrucción fiel de su casco antiguo. Luego están Gdańsk, con su pasado hanseático; Wrocław, con sus famosos enanitos; Poznań, mezcla perfecta de historia y dinamismo estudiantil; y Toruń, hogar de Copérnico.

Pero si lo tuyo es la naturaleza, Polonia también te sorprenderá. Desde las montañas de los Tatras, ideales para el senderismo y el esquí, hasta las regiones de Bieszczady, menos transitadas pero igual de espectaculares. Y no podemos olvidar los Parques Nacionales como Słowiński (con dunas en movimiento únicas en Europa), Ojców (el más pequeño pero lleno de leyendas y belleza), o Białowieża, hogar del majestuoso bisonte europeo.

La imagen es un mapa turístico de Polonia, que destaca las principales ciudades y algunas de las atracciones naturales del país creado por Travelmind

También puedes visitar castillos impresionantes como el de Malbork, el más grande del mundo construido en ladrillo, o el de Książ, envuelto en misterio y jardines exuberantes. Para los aficionados a la historia, experiencias únicas como la Guarida del Lobo —el cuartel general secreto de Hitler— te trasladan a los capítulos más oscuros del siglo XX.

Los paisajes lacustres y fluviales también son protagonistas. Lagos como Jeziorak o Zakrzówek ofrecen actividades acuáticas y panorámicas que parecen sacadas de una postal. Los miradores como el Taras Widokowy o Zakrzówek Viewpoint son ideales para capturar la esencia visual del país.

Y para quienes buscan experiencias más auténticas, están las aldeas tradicionales de la Baja Silesia, los mercados artesanales, las iglesias de madera escondidas en los bosques, y las rutas rurales que te muestran una Polonia genuina, alejada de lo turístico.

No importa si viajas una semana, dos o un mes. Las posibilidades son infinitas. En las siguientes secciones mostraremos los mejores destinos y experiencias, divididos por categorías: ciudades, parques, castillos, naturaleza y cultura. Así podrás armar tu propio itinerario según tus intereses.

1. Cracovia: el corazón histórico

Cracovia, sin lugar a dudas, es uno de los lugares imprescindibles cuando te preguntas qué ver y hacer en Polonia. Esta antigua capital del país se conserva como un museo viviente, una ciudad donde cada piedra cuenta una historia. Su casco histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es uno de los mejor conservados de Europa y un verdadero deleite para los amantes de la historia, la arquitectura y la cultura.

El centro neurálgico de Cracovia es la Plaza del Mercado (Rynek Główny), una de las más grandes de Europa. En su corazón se alza la Lonja de los Paños (Sukiennice), rodeada de cafeterías y músicos callejeros que animan la atmósfera día y noche. Muy cerca se encuentra la Basílica de Santa María, desde cuya torre cada hora resuena el tradicional “hejnał”, una melodía inacabada que recuerda el ataque mongol del siglo XIII.

Pasear por la Ruta Real —desde la Puerta de San Florián hasta el Castillo de Wawel— es retroceder en el tiempo. Wawel no es solo un castillo, sino un símbolo nacional. Su catedral ha sido testigo de coronaciones, bodas y funerales reales, y su arquitectura es una mezcla fascinante de estilos gótico, renacentista y barroco.

Uno de los barrios más carismáticos es Kazimierz, antiguo barrio judío de Cracovia. Antes de la Segunda Guerra Mundial, era uno de los centros culturales judíos más importantes de Europa. Hoy, el barrio ha renacido como una zona bohemia llena de sinagogas, arte callejero, cafés hipster y una fuerte carga emocional. Aquí puedes visitar la Sinagoga Vieja, el Museo Judío Galicia o simplemente perderte entre sus calles llenas de historia.

La imagen muestra el Palacio de la Cultura y la Ciencia (Pałac Kultury i Nauki), un edificio icónico en el centro de Varsovia, Polonia.

Otra visita impactante es al Campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, a solo una hora de la ciudad. Aunque no es una experiencia fácil, es imprescindible para comprender la magnitud del Holocausto. Hay tours organizados que parten desde Cracovia y ofrecen guías en español.

Para quienes disfrutan de la gastronomía, Cracovia ofrece platos tradicionales como el obwarzanek (rosquilla típica), zapiekanka (baguette con queso fundido) o los siempre adorados pierogi. El barrio de Podgórze, al otro lado del Vístula, es ideal para disfrutar de la cocina local con vistas al río.

La imagen muestra una vista aérea de la Plaza del Mercado de Cracovia (Rynek Główny) en Polonia

Cracovia también tiene una vida nocturna vibrante: desde bares escondidos en sótanos medievales hasta cervecerías artesanales, es una ciudad que nunca duerme. Y si visitas en diciembre, el mercado navideño de la plaza central es uno de los más encantadores del continente.

Sin duda, Cracovia es el mejor punto de partida para cualquier viajero que quiera descubrir qué ver y hacer en Polonia. No solo enamora por su belleza, sino por la intensidad de sus relatos y el alma que transmite en cada rincón.

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2. Varsovia: modernidad y memoria

Si Cracovia representa el pasado romántico de Polonia, Varsovia es el emblema de su resiliencia, su renacimiento y su mirada hacia el futuro. Destruida en un 85% durante la Segunda Guerra Mundial, la capital polaca ha sabido reconstruirse no solo físicamente, sino también espiritualmente. Hoy, es una metrópolis moderna, vibrante, con una escena cultural y gastronómica en plena efervescencia, ideal para quien desea explorar más allá de las rutas tradicionales al preguntarse qué ver y hacer en Polonia.

La Ciudad Vieja de Varsovia (Stare Miasto), reconstruida meticulosamente tras la guerra, es una maravilla arquitectónica que te hace olvidar que sus edificios fueron levantados de nuevo piedra a piedra. Caminar por sus calles adoquinadas y ver el Castillo Real, la Columna de Segismundo o la Plaza del Mercado, es vivir una hazaña de restauración única en Europa.

Uno de los lugares más impactantes para visitar es el Museo del Alzamiento de Varsovia, que narra la heroica —y trágica— insurrección de 1944 contra la ocupación nazi. Con recursos interactivos, testimonios y documentos reales, es una parada obligatoria para entender el espíritu indomable de los varsovianos.

Otra visita imprescindible es el Palacio de la Cultura y la Ciencia, regalo de la URSS y símbolo controvertido de la era comunista. Puedes subir a su mirador para disfrutar de una de las mejores vistas panorámicas de la ciudad. A su alrededor se encuentra el nuevo Varsovia: centros comerciales, rascacielos de cristal, oficinas, galerías y restaurantes de diseño.

Para un paseo más relajado, el Parque Łazienki ofrece un remanso verde en pleno corazón urbano. Aquí se encuentra el famoso Palacio sobre el Agua y el monumento a Chopin, donde en verano se celebran conciertos al aire libre gratuitos. También es habitual encontrarse con pavos reales paseando entre fuentes y jardines neoclásicos.

En Varsovia también hay espacio para la innovación: el barrio de Praga, al este del río Vístula, ha pasado de zona marginal a distrito creativo, lleno de arte urbano, estudios de diseño, bares alternativos y espacios culturales como el Soho Factory o el Museo del Neón.

Por su parte, la escena gastronómica de la ciudad ha dado un salto cualitativo en la última década. Desde bares de leche (bar mleczny) que ofrecen comida casera y barata, hasta restaurantes gourmet con estrella Michelin, Varsovia es un paraíso para foodies. No te pierdas el paczek (dónut polaco), los arenques marinados, ni una buena sopa de remolacha (barszcz) en invierno.

Con una excelente red de transporte, Varsovia se convierte también en una base estratégica para explorar otras partes del país. Pero sobre todo, es una ciudad que enseña cómo levantarse de las ruinas con elegancia, creatividad y orgullo.

En definitiva, Varsovia es un imprescindible al planear qué ver y hacer en Polonia, y una parada que inspira, emociona y sorprende.

3. Gdańsk: el alma del Báltico

Ubicada en la costa del mar Báltico, Gdańsk es una de las ciudades más hermosas y únicas de Polonia. Su historia, marcada por influencias polacas, alemanas y hanseáticas, la convierte en una joya arquitectónica y cultural. Para quienes se preguntan qué ver y hacer en Polonia, Gdańsk ofrece una mezcla perfecta de patrimonio marítimo, historia reciente y una atmósfera portuaria encantadora.

La ciudad forma parte de la Triciudad (Trójmiasto), junto con Sopot y Gdynia. Este trío costero combina cultura, ocio y mar. Pero entre las tres, Gdańsk brilla por su centro histórico, cuidadosamente reconstruido tras la Segunda Guerra Mundial y fiel a su estilo original del siglo XVII.

El principal eje turístico es la calle Dluga y su continuación, Długi Targ (el Mercado Largo). A ambos lados se alzan fachadas coloridas y elegantes, que parecen sacadas de un cuento de hadas. Aquí se encuentran edificios emblemáticos como la Corte de Artus, la Fuente de Neptuno y el Ayuntamiento Principal con su torre que domina el horizonte.

Las imágenes muestran vistas de Gdańsk, Polonia.

Uno de los símbolos más conocidos de Gdańsk es la Puerta Verde (Brama Zielona), desde donde se accede al puerto del río Motława. Este paseo marítimo, con barcos antiguos y modernas cafeterías, es ideal para disfrutar de una tarde tranquila. No muy lejos se encuentra la Grúa medieval (Żuraw), una de las más antiguas de Europa y testimonio del poder comercial de la ciudad en la Liga Hanseática.

Pero Gdańsk también es clave para entender la historia contemporánea. Aquí nació el movimiento Solidarność, que desencadenó el colapso del comunismo en Europa del Este. El Museo de la Segunda Guerra Mundial es uno de los más impresionantes de Europa, con una museografía moderna e impactante. Y el Centro Europeo de Solidaridad, dedicado a Lech Wałęsa y la resistencia obrera, emociona incluso al viajero más escéptico.

Cuatro imágenes de la ciudad de Gdansk, mostrando su arquitectura, paisajes y vida urbana.

Para quienes buscan relax junto al mar, basta tomar un tranvía o tren hasta Sopot, famosa por su muelle de madera (el más largo del Báltico) y su vibrante paseo marítimo. Gdynia, por otro lado, ofrece un puerto moderno y un ambiente más tranquilo.

Gdańsk también destaca por su gastronomía. No puedes dejar de probar el pescado ahumado, los pierogi rellenos de salmón o las cervezas artesanales elaboradas localmente. En verano, los mercados callejeros y festivales animan sus plazas con conciertos y sabores tradicionales.

Esta ciudad del norte no solo es historia y belleza, sino una mezcla fascinante de culturas, ideal para incluir en cualquier ruta sobre qué ver y hacer en Polonia. Caminar por Gdańsk es viajar en el tiempo con el rumor del mar como banda sonora.

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4. Wrocław: ciudad de los enanitos

Wrocław, también conocida por su nombre alemán Breslavia, es una de las ciudades más encantadoras de Europa Central. Cruza la región histórica de Silesia y está atravesada por múltiples brazos del río Oder, lo que le ha valido el apodo de la “Venecia polaca”. Pero lo que realmente la distingue es su espíritu alegre, su arquitectura gótica y barroca, y sus famosos enanitos de bronce, dispersos por toda la ciudad.

Wrocław se ha ganado un lugar privilegiado en cualquier guía sobre qué ver y hacer en Polonia. Su Plaza del Mercado (Rynek) es una de las más coloridas y fotogénicas del país. En ella se alza el impresionante Ayuntamiento Gótico, flanqueado por casas pintadas en tonos pastel y terrazas donde locales y turistas disfrutan de la cerveza regional.

Las imágenes muestran la Plaza Mayor de Breslavia (Rynek), uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad polaca de Breslavia.

Uno de los grandes atractivos es buscar los más de 400 enanitos (krasnale) que se esconden en calles, esquinas y escaparates. Cada uno tiene una historia, una pose distinta y una profesión que representa. Este peculiar fenómeno empezó como una forma de protesta artística en los años 80 y hoy se ha convertido en símbolo local.

La Isla de la Catedral (Ostrów Tumski) es la parte más antigua de la ciudad, con su hermosa Catedral de San Juan Bautista y faroleros que aún encienden las farolas manualmente al anochecer. Cruzar sus puentes es una experiencia romántica, ideal para perderse al atardecer entre jardines y callejuelas empedradas.

La imagen muestra una vista panorámica de la ciudad de Breslavia (Wrocław), Polonia.

Wrocław también es una ciudad con alma joven. Su universidad, una de las más antiguas de Europa, le da un aire dinámico y multicultural. Además, cuenta con una rica agenda cultural que incluye teatro, ópera, conciertos y festivales durante todo el año.

Entre los lugares menos conocidos, destaca el Aula Leopoldina, una joya del barroco académico dentro de la Universidad de Wrocław. O el Panorama de Racławice, una pintura monumental de 114 metros que representa una épica batalla del siglo XVIII, ideal para los amantes de la historia polaca.

En términos gastronómicos, Wrocław mezcla cocina polaca con sabores alemanes y checos. No dejes de probar el kiełbasa (salchicha polaca), los kluski śląskie (ñoquis de Silesia), y dulces tradicionales como el sernik (pastel de queso).

Finalmente, uno de los secretos mejor guardados es el Jardín Japonés, ubicado dentro del Parque Szczytnicki, un rincón zen en medio de la ciudad. Y para los más curiosos, el Hala Stulecia, declarado Patrimonio de la Humanidad, sorprende con su arquitectura innovadora y sus espectáculos de luz.

Wrocław es, sin duda, uno de los destinos más mágicos que puedes incluir al decidir qué ver y hacer en Polonia. Una ciudad que combina arte, historia, humor y mucha vida.

5. Poznań: el alma universitaria y comercial

Poznań, situada entre Varsovia y Berlín, es una de las ciudades más antiguas e influyentes de Polonia. A menudo pasada por alto en los itinerarios turísticos tradicionales, esta joya ofrece una combinación ideal de patrimonio histórico, ambiente juvenil y desarrollo económico. Para quienes buscan experiencias únicas al decidir qué ver y hacer en Polonia, Poznań es una grata sorpresa que merece estar en el mapa.

El símbolo más famoso de la ciudad es el Ayuntamiento renacentista, ubicado en la encantadora Plaza Mayor (Stary Rynek). Cada día, a las 12 en punto, los viajeros se reúnen para ver el espectáculo mecánico de las dos cabras que salen del reloj y chocan sus cabezas. Esta tradición, simpática y colorida, se ha convertido en el ícono de la ciudad.

El casco histórico es perfecto para pasear: calles empedradas, cafés con encanto, museos como el Museo de la Historia de Poznań, y casas burguesas con fachadas de colores vivos. El ambiente relajado y estudiantil se respira en cada rincón, impulsado por la Universidad Adam Mickiewicz, una de las más prestigiosas del país.

En cuanto al patrimonio religioso, Poznań es considerada la cuna del cristianismo polaco. En la isla de Ostrów Tumski, se encuentra la Catedral de San Pedro y San Pablo, donde, según la tradición, están enterrados los primeros monarcas polacos. Este lugar ofrece un recorrido por la historia más profunda del país.

Uno de los elementos más modernos y característicos de Poznań es la zona de Stary Browar, una antigua fábrica de cerveza transformada en un centro comercial y cultural de vanguardia. Con arquitectura contemporánea, tiendas de diseño, galerías de arte y espacios para conciertos, representa el dinamismo actual de la ciudad.

Los amantes de la naturaleza pueden pasear por el Lago Malta, donde se organizan actividades como remo, kayak o esquí sobre ruedas. Junto al lago se encuentra el encantador tren turístico Maltanka, ideal para familias con niños.

Poznań también tiene una fuerte identidad gastronómica. Su especialidad es el rogal świętomarciński, un croissant relleno de semillas de amapola y frutos secos, que se consume tradicionalmente el 11 de noviembre. Además, podrás encontrar desde bares tradicionales hasta restaurantes gourmet con propuestas innovadoras.

Por su ubicación estratégica y bien conectada, Poznań es también un excelente punto de paso entre otras regiones del país. No es casualidad que albergue la Feria Internacional de Poznań (MTP), uno de los centros de exposiciones más importantes de Europa Central.

En resumen, Poznań representa a la perfección el equilibrio entre tradición y modernidad, y es una parada que no puede faltar al trazar tu lista de qué ver y hacer en Polonia.


6. Zakopane y los Montes Tatras

Si hay un lugar en Polonia que une naturaleza, folclore y aventura, ese es Zakopane, conocida como la capital de invierno del país. Situada al pie de los Montes Tatras, en la frontera con Eslovaquia, esta ciudad es un paraíso para los amantes de la montaña y un punto destacado cuando se piensa en qué ver y hacer en Polonia.

Zakopane tiene un estilo muy particular que la distingue del resto del país. La arquitectura “estilo Zakopane”, una mezcla de madera tallada con elementos góticos y art nouveau, le da un aire acogedor y montañés. Este estilo puede apreciarse en la mayoría de sus casas, hostales, restaurantes y hasta en la impresionante Iglesia de madera de Jaszczurowka.

La imagen muestra los Montes Tatras, una cordillera ubicada en la frontera entre Polonia y Eslovaquia.  ZAKOPANE

Durante el invierno, Zakopane se llena de esquiadores que acuden a sus numerosas pistas, especialmente en Kasprowy Wierch o Gubałówka, desde donde se obtienen vistas panorámicas espectaculares de toda la región. El teleférico y el funicular están disponibles todo el año, haciendo accesible la montaña tanto a deportistas como a familias.

Pero Zakopane no es solo para el invierno. En primavera, verano y otoño, los senderos de los Tatras atraen a montañistas y excursionistas de todo el mundo. Uno de los lugares más emblemáticos es el Morskie Oko (el «Ojo del Mar»), un lago de origen glaciar rodeado de picos escarpados y bosques que parece salido de una postal. El camino hasta allí es largo pero fácil, accesible también en coche de caballos.

Las imágenes muestran paisajes montañosos, probablemente en una zona de senderismo o alpinismo. Podrían ser los Montes Tatras, una cordillera que forma una frontera natural entre Polonia y Eslovaquia, conocida por sus impresionantes paisajes montañosos, lagos glaciares y senderos para caminar.  Las imágenes sugieren:  Senderismo en la montaña: La primera imagen muestra a una persona caminando por un sendero en un paisaje montañoso con un lago al fondo, lo que indica una actividad de senderismo. Paisajes naturales: Las imágenes destacan la belleza natural de las montañas, con cascadas, ríos y lagos de montaña. Morskie Oko: La tercera imagen, con un lago rodeado de picos nevados y rocas, es muy similar al famoso lago Morskie Oko en los Montes Tatras polacos. Ríos y cascadas: La imagen central muestra un río de montaña con rocas y vegetación densa, lo que sugiere un entorno boscoso y con corrientes de agua. esto | Diccionario del estudiante | RAE esto | Diccionario del estudiante | RAE. ... No tiene pl. 1. pron. Lo que está cerca, en el espacio o en el tiempo, de la persona ...  Real Academia Española  Esto vs este, ¿cuál es la diferencia? : r/Spanish - Reddit 24 mar 2022 — Usamos "esto" cuando 1) no sabemos qué es algo o 2) como pronombre cuando hablamos de una situación o fenómeno o 3) com...  Reddit  esto - Wikcionario, el diccionario libre Pronombre demostrativo y neutro Empleado para indicar una cosa cercana en espacio o tiempo.  Wikcionario Mostrar todos

Para quienes buscan rutas más exigentes, los picos de Rysy (el punto más alto de Polonia) o la Valle de los Cinco Lagos ofrecen desafíos increíbles y vistas impresionantes. Además, la zona está llena de refugios de montaña donde puedes descansar y comer una sopa caliente o un bigos casero.

Una parte fundamental de la experiencia en Zakopane es su ambiente folclórico. Los trajes típicos, la música regional con violines y acordeones, y los mercadillos artesanales son parte del paisaje. En la calle principal, Krupówki, se alinean tiendas, restaurantes y puestos donde comprar queso oscypek (queso ahumado de oveja) y recuerdos tallados a mano.

La imagen muestra los Montes Tatras, una cordillera que forma parte de los Cárpatos y se encuentra en la frontera entre Polonia y Eslovaquia.  Los Montes Tatras son conocidos por sus espectaculares paisajes y su rica biodiversidad.  La mayor parte de los picos más altos de la cordillera se encuentran en Eslovaquia.  En el lado polaco, el pico más alto es el Monte Rysy (2499 m), que es el único de Polonia con carácter alpino.  Dentro de esta cordillera se encuentra el Parque Nacional de los Tatra, hogar de diversas especies animales como osos, lobos, linces boreales y rebecos.

Para relajarte después de un día de caminata o esquí, nada mejor que visitar uno de los muchos baños termales cercanos, como los de Bukowina Tatrzańska o Chochołów. Estos complejos ofrecen aguas calientes naturales con vistas a las montañas nevadas.

Zakopane también es un excelente punto de partida para explorar la región de Podhale, rica en tradiciones y naturaleza virgen. Las aldeas rurales cercanas muestran la vida tradicional de montaña, con granjas, bosques y una vida pausada que contrasta con el bullicio urbano.

En definitiva, si tu idea de viaje incluye aire puro, paisajes inolvidables, tradición viva y una dosis de aventura, Zakopane y los Tatras deben estar entre tus prioridades al decidir qué ver y hacer en Polonia.

7. Parque Nacional de Białowieża: el último bosque primigenio de Europa

Cuando se trata de naturaleza intacta, el Parque Nacional de Białowieża es uno de los destinos más asombrosos de Europa. Situado en la frontera oriental de Polonia con Bielorrusia, este parque es el bosque virgen más antiguo del continente y un lugar imprescindible para quienes desean conocer la biodiversidad polaca en estado puro. Sin duda, uno de los lugares más fascinantes al explorar qué ver y hacer en Polonia.

Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Białowieża no es solo un parque natural, sino también un relicto de los antiguos bosques que cubrían gran parte de Europa hace miles de años. Aquí se puede caminar entre robles centenarios, abedules esbeltos y zonas pantanosas que han permanecido prácticamente inalteradas desde la Edad Media.

El mayor atractivo del parque es el bisonte europeo (żubr), el mamífero terrestre más grande del continente. Esta especie, que estuvo al borde de la extinción, fue reintroducida con éxito en la región y ahora puede observarse en semi-libertad en el Centro de Conservación del Bisonte o en excursiones organizadas con guía por zonas protegidas.

Para los amantes del ecoturismo, Białowieża es un paraíso. Existen rutas de senderismo y ciclismo que atraviesan zonas abiertas del parque, mientras que las áreas más vírgenes solo pueden visitarse con guía autorizado, lo que ayuda a preservar su delicado ecosistema. Algunas de las rutas más populares incluyen el Sendero del Roble Real, el Camino de los Mamíferos, y los recorridos de avistamiento de aves.

Además del aspecto natural, la región también tiene un fuerte componente cultural. En el pueblo de Białowieża, se pueden visitar antiguas casas de madera, iglesias ortodoxas, y pequeños museos dedicados a la vida rural y la historia del bosque. Es un lugar donde el tiempo parece haberse detenido, ideal para una desconexión profunda del ritmo moderno.

La mejor época para visitar el parque depende de lo que busques: en primavera y verano, el bosque está en plena floración; en otoño, el espectáculo de colores es impresionante; y en invierno, si el clima lo permite, puedes hacer excursiones con raquetas de nieve y observar a los bisontes en su hábitat blanco y silencioso.

Este parque nacional es un símbolo de conservación, un laboratorio viviente de la naturaleza y uno de los mayores orgullos de Polonia. Si estás construyendo tu itinerario sobre qué ver y hacer en Polonia, dedicar al menos un par de días a Białowieża es una decisión que no te arrepentirás de tomar.


8.Parque Nacional de Słowiński: dunas en movimiento frente al Báltico

Polonia sorprende con paisajes inesperados, y uno de los más impresionantes se encuentra en el norte, en el Parque Nacional de Słowiński, junto a la costa del mar Báltico. Este parque, catalogado como Reserva Mundial de la Biosfera por la UNESCO, es famoso por sus dunas móviles, un fenómeno geológico casi único en Europa. Visitarlo es una experiencia imprescindible dentro de las recomendaciones sobre qué ver y hacer en Polonia.

Las dunas de Słowiński no son como cualquier otra playa. Aquí, el viento del Báltico empuja las masas de arena, creando un paisaje cambiante, casi desértico, que avanza unos 10 metros por año. Las Dunas Łącka son las más famosas, y subir a su cima ofrece vistas extraordinarias del mar, los lagos interiores y los extensos bosques que rodean el parque.

El acceso al parque se puede hacer desde las localidades de Łeba o Rowy, siendo Łeba la más popular por su infraestructura turística y centros de visitantes. Desde allí, puedes alquilar una bicicleta o tomar un trenecito turístico para recorrer el camino hasta las dunas. Es una experiencia divertida y accesible para toda la familia.

La imagen muestra un paisaje de dunas, probablemente en la zona costera del Parque Nacional de Słowiński

Pero Słowiński es mucho más que arena y viento. Dentro del parque se encuentran lagos costeros como el Łebsko y el Gardno, ideales para la observación de aves, deportes acuáticos sin motor y paseos en barco. En total, hay más de 250 especies de aves registradas, entre ellas cigüeñas, grullas, águilas pescadoras y aves migratorias de todas partes de Europa.

Los senderos educativos son ideales para explorar el parque a pie. Rutas como el Sendero del Pino Blanco, el Camino del Lago Łebsko, o la Ruta del Faro de Czołpino, combinan naturaleza salvaje con paradas culturales. El faro de Czołpino, por ejemplo, es uno de los mejores puntos panorámicos de toda la región.

En el pueblo de Kluki, dentro del área del parque, se puede visitar el Museo del Folclore Eslovino, donde se conservan casas tradicionales y se presentan actividades etnográficas como la pesca tradicional, los oficios de antaño y la cocina local.

La imagen muestra un paisaje de dunas, probablemente en la zona costera del Parque Nacional de Słowiński

La mejor época para visitar Słowiński es entre mayo y septiembre, cuando las temperaturas son agradables y el clima permite disfrutar de todas sus rutas al aire libre. Sin embargo, incluso fuera de temporada, el paisaje ofrece una belleza solitaria y brumosa que también merece la pena contemplar.

En conjunto, el Parque Nacional de Słowiński ofrece una experiencia única en Europa: un encuentro con el mar, la arena, los bosques y la cultura eslava ancestral. Si estás diseñando tu lista de qué ver y hacer en Polonia, este rincón del norte no puede faltar.

9. Montañas Bieszczady: lo salvaje y lo místico de Polonia oriental

En el extremo sudeste de Polonia, tocando las fronteras con Ucrania y Eslovaquia, se encuentran las Montañas Bieszczady, una de las regiones más remotas, místicas y subestimadas del país. Este rincón salvaje es ideal para los amantes del ecoturismo, el senderismo y el contacto con la naturaleza pura. Si buscas experiencias auténticas al pensar en qué ver y hacer en Polonia, Bieszczady te abrirá las puertas a un mundo tranquilo y mágico.

A diferencia de los más conocidos Tatras o los Alpes, los Bieszczady destacan por su tranquilidad. Aquí no hay masificación turística. Sus praderas montañosas (połoniny), cubiertas de flores silvestres en primavera y verano, son ideales para largas caminatas con vistas infinitas. Las rutas más populares incluyen la subida al Pico Tarnica (el más alto de la zona), Połonina Wetlińska y Połonina Caryńska, todas con miradores naturales que cortan el aliento.

Los senderistas encontrarán rutas bien marcadas y refugios de montaña donde pasar la noche. Además, la región forma parte del Parque Nacional de Bieszczady, uno de los más grandes de Polonia, donde abundan ciervos, linces, lobos e incluso osos. El silencio de estos bosques, interrumpido solo por el canto de las aves o el crujir de las hojas, es parte del encanto.

La zona también es rica en cultura y espiritualidad. En pueblos como Cisna, Wetlina o Ustrzyki Górne, puedes encontrar capillas de madera, casas rurales decoradas con arte tradicional y pequeños cafés que funcionan como centros comunitarios. Hay también iglesias ortodoxas de estilo lemko, con cúpulas en forma de cebolla, que cuentan la historia de las minorías étnicas que habitaron la región durante siglos.

Bieszczady ha sido, desde hace décadas, refugio para artistas, poetas y quienes buscan un estilo de vida alternativo. Es común encontrar galerías escondidas, pequeñas exposiciones o incluso conversaciones con lugareños que han optado por vivir en conexión con la naturaleza y fuera del sistema moderno.

Un fenómeno especial que se puede experimentar aquí es el cielo estrellado, ya que es una de las zonas con menos contaminación lumínica en Europa. El Parque Estelar de Bieszczady organiza observaciones astronómicas y ofrece una experiencia única para quienes desean mirar las estrellas como en la antigüedad.

Por último, en invierno, la región se cubre de nieve y se transforma en un paraíso blanco para el esquí de fondo, los paseos en trineo o simplemente para admirar la belleza del paisaje invernal.

Para muchos, Bieszczady representa el alma libre de Polonia. Es el lugar donde “se puede desaparecer sin dejar rastro”, como dice una canción popular. Si buscas paz, caminatas inolvidables y una conexión real con la tierra, este es uno de los destinos imprescindibles dentro de qué ver y hacer en Polonia.


10. Castillo de Malbork: fortaleza gótica imponente de los Caballeros Teutónicos

Entre los ríos del norte polaco y las rutas medievales que unían la Liga Hanseática, se levanta una de las construcciones más monumentales de Europa: el Castillo de Malbork. Situado junto al río Nogat, a unos 60 km de Gdańsk, esta fortaleza es el castillo más grande del mundo construido en ladrillo y uno de los grandes tesoros históricos al explorar qué ver y hacer en Polonia.

El castillo fue edificado en el siglo XIII por la Orden Teutónica, una orden militar germánica que convirtió esta fortaleza en su sede principal durante décadas. La construcción se divide en tres partes: el castillo alto, el castillo medio y el castillo bajo, cada uno con sus patios, murallas y edificios auxiliares. Pasear por sus estancias es como recorrer un museo vivo de la Edad Media.

Declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1997, Malbork impresiona no solo por su tamaño, sino también por su excelente estado de conservación. Su arquitectura gótica es rica en detalles: portones fortificados, torres de vigilancia, salas con bóvedas cruzadas, y vitrales restaurados con precisión. La Iglesia de Santa María dentro del complejo es otro ejemplo de belleza medieval.

Uno de los puntos fuertes de la visita es el Museo del Castillo, donde se exhiben armas, armaduras, mobiliario antiguo, objetos litúrgicos, esculturas y manuscritos. Las explicaciones interactivas (disponibles en varios idiomas) permiten comprender el poder político, militar y religioso de los caballeros teutónicos durante siglos.

En verano, el castillo cobra vida gracias a eventos temáticos, como recreaciones de batallas, festivales medievales y espectáculos de luz y sonido que hacen aún más mágico el entorno. También es posible realizar visitas nocturnas con linterna, una experiencia inolvidable para quienes desean una visión diferente de este gigante de ladrillo.

Además del castillo, la ciudad de Malbork ofrece paseos agradables junto al río, cafés con vista a la fortaleza, y tiendas de artesanía local. Es un destino ideal para una excursión de un día desde Gdańsk, aunque muchos viajeros deciden quedarse a dormir para disfrutarlo con más calma.

Llegar a Malbork es fácil en tren o coche desde las principales ciudades del norte, y se puede combinar con otros puntos turísticos cercanos como Elbląg, Frombork o incluso el Canal de Elbląg, una obra de ingeniería única.

El Castillo de Malbork no solo es una joya del patrimonio polaco, sino también una ventana a la historia militar, religiosa y cultural de Europa. Si incluyes solo un castillo en tu ruta de qué ver y hacer en Polonia, este debería ser el elegido sin lugar a dudas.

11. Castillo de Książ: misterio e historia en la Baja Silesia

El Castillo de Książ (pronunciado “kshonsh”) es uno de los castillos más imponentes, enigmáticos y visualmente impactantes de Polonia. Situado en las colinas de la Baja Silesia, cerca de la ciudad de Wałbrzych, esta joya arquitectónica es un destino imprescindible para quienes buscan lugares cargados de historia, misterio y belleza paisajística al trazar su lista de qué ver y hacer en Polonia.

El castillo fue construido originalmente en el siglo XIII, pero ha sido remodelado numerosas veces a lo largo de los siglos, fusionando estilos gótico, barroco y neorrenacentista en un conjunto armonioso. Con más de 400 habitaciones y rodeado de jardines geométricos y bosques frondosos, Książ parece sacado de una novela de fantasía.

Sin embargo, más allá de su belleza, lo que ha hecho célebre a este castillo es su pasado oculto durante la Segunda Guerra Mundial. Fue tomado por los nazis y parcialmente transformado como parte del misterioso Proyecto Riese, una red de túneles subterráneos que todavía hoy alimentan leyendas sobre tesoros escondidos, experimentos secretos y cuarteles de operaciones subterráneas.

Durante la visita, se pueden recorrer tanto las estancias lujosamente decoradas como una parte de los túneles subterráneos, habilitados para el turismo y acompañados de exposiciones que explican los planes ocultos del Tercer Reich en la región. Esta combinación de elegancia nobiliaria y oscuridad histórica le confiere una atmósfera única.

Otro atractivo del castillo es su entorno natural. El edificio está rodeado por la Reserva Paisajística de Książ, donde abundan los senderos boscosos, miradores naturales y paseos por el cañón del río Pełcznica. En primavera, los jardines en terrazas florecen en todo su esplendor, convirtiendo el lugar en un festín para los sentidos y para los amantes de la fotografía.

Para completar la experiencia, se pueden visitar las caballerizas reales, el Palacio de Palmira y los vestigios del pasado aristocrático de los Hochberg, una de las familias más influyentes de la región, antiguos propietarios del castillo. La historia de Daisy von Pless, condesa británica que vivió aquí a principios del siglo XX, es otro de los relatos que fascinan a los visitantes.

Cada año, el castillo acoge eventos culturales, conciertos de música clásica, festivales florales y recreaciones históricas. En Navidad, sus salones se transforman con luces y decoraciones tradicionales, atrayendo a miles de visitantes.

El Castillo de Książ es un lugar donde el arte, la historia, la leyenda y la naturaleza se dan la mano. Ya sea que viajes por la ruta de castillos, por el sur de Polonia o simplemente te atraiga la historia no contada de Europa, este castillo no puede faltar en tu itinerario de qué ver y hacer en Polonia.


12. La Guarida del Lobo (Wolfsschanze): historia bélica entre los bosques

Para quienes sienten interés por la historia del siglo XX, especialmente la Segunda Guerra Mundial, visitar la Guarida del Lobo (Wolfsschanze) es una experiencia tan escalofriante como educativa. Situada en los bosques de Masuria, al noreste de Polonia, esta base secreta fue el cuartel general de Adolf Hitler en el frente oriental desde 1941 hasta 1944, y uno de los sitios más herméticos del Tercer Reich.

En esta zona remota, entre pinos y lagos, se construyó un complejo de más de 80 edificios camuflados, muchos de ellos búnkeres de hormigón reforzado, protegidos por campos minados y con un sistema de defensa autónomo. Su ubicación no fue casual: el entorno boscoso ofrecía protección natural contra los bombardeos aéreos y facilitaba el secretismo de las operaciones.

Es en este lugar donde ocurrió el famoso atentado fallido del 20 de julio de 1944, conocido por el plan “Valkiria”, en el que un grupo de oficiales alemanes, liderado por Claus von Stauffenberg, intentó asesinar a Hitler colocando una bomba en una reunión. Aunque el atentado fracasó, la explosión destruyó parte de la sala y varios conspiradores fueron ejecutados. Este episodio fue recreado en la película «Operación Valquiria» protagonizada por Tom Cruise.

Hoy en día, los visitantes pueden recorrer las ruinas de los búnkeres, aún impresionantes por su tamaño y estructura. Aunque muchos fueron volados por los alemanes al abandonar la zona, los restos se conservan entre la vegetación y ofrecen una experiencia impactante. Algunos edificios, como el búnker de comunicaciones, la residencia de Hitler, o la casa de oficiales, se mantienen parcialmente en pie y están señalizados con placas informativas.

En el centro de visitantes hay exposiciones fotográficas, mapas y maquetas que ayudan a comprender la magnitud del lugar y su papel estratégico durante la guerra. También se puede visitar un pequeño museo dedicado al atentado de 1944, con documentos, cartas y objetos originales.

El sitio está en constante proceso de restauración y acondicionamiento para el turismo responsable. Se recomienda llevar calzado cómodo, ya que la visita implica caminar entre ruinas, bosque y caminos sin asfaltar. Algunas rutas pueden hacerse con guías especializados que explican detalles del funcionamiento militar, la arquitectura defensiva y las historias humanas detrás de los muros.

Más allá de su carga simbólica, la Guarida del Lobo también ofrece una experiencia de introspección. Caminar por estos bosques en silencio, entre los escombros del pasado, invita a reflexionar sobre las consecuencias de la guerra y la importancia de la memoria histórica.

Este enclave, diferente a cualquier otro en Polonia, añade una dimensión única al mapa de qué ver y hacer en Polonia, especialmente para aquellos interesados en la historia del siglo XX y el turismo de memoria.

13. Ojców: el Parque Nacional más pequeño de Polonia

A tan solo 30 kilómetros de Cracovia se encuentra uno de los secretos mejor guardados de Polonia: el Parque Nacional de Ojców, el más pequeño del país pero uno de los más fascinantes y accesibles. Con apenas 21 kilómetros cuadrados, este parque es una joya natural y cultural ideal para escapadas de un día o de fin de semana. Si estás buscando experiencias auténticas en tu lista de qué ver y hacer en Polonia, Ojców debe figurar en ella.

Ojców se caracteriza por su paisaje kárstico, con espectaculares formaciones rocosas de piedra caliza que se elevan entre bosques densos y valles verdes. Las más famosas son la “Maczuga Herkulesa” (la Maza de Hércules), una columna de piedra de 25 metros de alto que desafía la gravedad, y las Puertas de Cracovia, una entrada natural al parque que recuerda a un arco triunfal esculpido por la erosión.

Además de su belleza geológica, Ojców es hogar de más de 400 especies de plantas y cientos de animales, incluyendo murciélagos que habitan en las muchas cuevas naturales de la zona. La más conocida es la Cueva del Rey Łokietek, donde, según la leyenda, el futuro rey se escondió durante una invasión enemiga. Su interior se puede visitar con guía, y ofrece un vistazo mágico al subsuelo polaco.

Para los interesados en la historia, Ojców alberga también dos castillos medievales: el Castillo de Ojców, parcialmente en ruinas pero con una torre perfectamente conservada, y el Castillo de Pieskowa Skała, uno de los mejor restaurados del país. Este último se alza sobre un acantilado con vistas panorámicas y forma parte de la famosa Ruta de los Nidos de Águila, una cadena de fortalezas que protegía la región en la Edad Media.

Los senderos del parque están perfectamente señalizados y son aptos para todo tipo de caminantes. Existen rutas cortas de una hora y circuitos más largos de medio día, ideales para familias, parejas o excursionistas. En primavera y verano, los caminos se llenan de flores silvestres, y en otoño, los colores del bosque crean un espectáculo digno de postal.

Ojców también ofrece delicias culinarias locales. Los pueblos cercanos, como Ojców o Pieskowa Skała, cuentan con restaurantes tradicionales donde puedes degustar platos de trucha fresca, setas silvestres y dulces caseros. Todo esto en un ambiente tranquilo, rodeado de naturaleza y arquitectura rural.

Por su cercanía a Cracovia, su riqueza paisajística y su valor histórico, el Parque Nacional de Ojców es una opción ideal para quienes buscan combinar naturaleza, leyendas y patrimonio sin alejarse demasiado de los circuitos turísticos tradicionales. Una parada obligatoria dentro del mapa de qué ver y hacer en Polonia.


14. Zamość y Lublin: perlas renacentistas del este de Polonia

Al este de Polonia, lejos de los caminos más concurridos, emergen dos joyas urbanas que deslumbran por su elegancia, historia y originalidad: Zamość y Lublin. Estas ciudades son testimonio del esplendor renacentista y barroco del país, y son perfectas para quienes buscan autenticidad, cultura y tranquilidad al descubrir qué ver y hacer en Polonia.

Zamość: la ciudad ideal del Renacimiento

Zamość fue fundada en el siglo XVI por el canciller Jan Zamoyski, y diseñada desde cero por el arquitecto italiano Bernardo Morando siguiendo los principios del urbanismo renacentista. El resultado fue una ciudad perfecta, armónica, funcional y bellísima. No es casualidad que haya sido declarada Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Su corazón es la Plaza del Mercado, rodeada por elegantes casas con arcadas, fachadas coloridas y el imponente Ayuntamiento con su torre barroca. La plaza está considerada como una de las más hermosas de Europa Central, y en verano se llena de vida, con conciertos, ferias y terrazas al aire libre.

Además de su trazado geométrico, Zamość sorprende por su sistema defensivo de bastiones, murallas y puertas monumentales. También puedes visitar la Catedral de la Resurrección y San Tomás, el Palacio Zamoyski, y el Museo Arsenal, donde se exhiben armas históricas y documentos del siglo XVI.

La ciudad es también conocida por su pasado multicultural, donde convivieron polacos, judíos, armenios, griegos y ucranianos. Aún se pueden visitar restos del barrio judío, incluida una sinagoga renacentista restaurada.

Zamość es pequeña, tranquila y fácil de recorrer a pie. Y si buscas una experiencia aún más auténtica, visita durante el Festival Zamojskie Lato Teatralne, que llena las calles de arte, teatro y música.

Lublin: el puente entre Oriente y Occidente

Más grande y con un aire más urbano, Lublin es la capital cultural del este de Polonia. Aunque menos turística que otras ciudades, ofrece una combinación fascinante de arquitectura medieval, vida estudiantil y herencia multicultural.

El casco antiguo de Lublin está lleno de calles adoquinadas, patios escondidos y edificios barrocos. Entre los imprescindibles está la Puerta de Cracovia, el Castillo de Lublin (con su preciosa Capilla de la Santa Trinidad, decorada con frescos bizantino-rusos), y la Calle Grodzka, que conecta el castillo con la plaza mayor.

Lublin también fue durante siglos un cruce de caminos entre culturas y religiones. Aquí florecieron comunidades judías, católicas y ortodoxas, y ese legado aún se siente. Una visita imprescindible es el Museo del Estado de Majdanek, un campo de concentración nazi conservado casi en su totalidad, que conmueve y educa a partes iguales.

Por otro lado, la ciudad tiene un ambiente joven y animado gracias a su universidad y escuelas artísticas. Esto se traduce en festivales creativos, galerías independientes, cafés culturales y una gastronomía moderna que convive con platos tradicionales como el cebularz (pan plano con cebolla y amapola) o el żurek.

En verano, Lublin se transforma con eventos como el Festival Carnaval Sztukmistrzów, donde acróbatas, malabaristas y artistas llenan las calles de magia. También hay mercados medievales, conciertos de jazz, y eventos literarios.

Zamość y Lublin representan la Polonia renacentista y culturalmente diversa, alejadas del bullicio turístico y perfectas para entender el alma más refinada del país. Incluirlas en tu recorrido es imprescindible si deseas conocer la riqueza del este polaco en tu plan de qué ver y hacer en Polonia.

15. Częstochowa y el Monasterio de Jasna Góra: espiritualidad, arte y tradición

Ubicada al sur de Polonia, entre Cracovia y Varsovia, la ciudad de Częstochowa es uno de los principales centros de peregrinación cristiana de Europa. Aquí se encuentra el emblemático Monasterio de Jasna Góra, hogar del ícono de la Virgen Negra, una de las imágenes más veneradas del cristianismo eslavo y símbolo de la identidad nacional polaca. Si te preguntas qué ver y hacer en Polonia y deseas experimentar su alma espiritual, este destino es clave.

El complejo monástico fue fundado en el siglo XIV por monjes paulinos y ha sido durante siglos punto de encuentro de devoción, resistencia y arte. Su fama internacional se consolidó tras el asedio sueco de 1655, cuando los monjes y ciudadanos resistieron heroicamente un sitio prolongado, un evento que reforzó el aura milagrosa de la Virgen.

La estrella del lugar es la Capilla de la Virgen Negra, donde se encuentra el ícono original, decorado con piedras preciosas y coronas reales. Las misas y procesiones son celebradas diariamente, atrayendo tanto a creyentes como a visitantes curiosos. El silencio respetuoso del recinto, acompañado de cantos gregorianos, crea una atmósfera sobrecogedora.

Además de su importancia religiosa, Jasna Góra es un auténtico museo de arte sacro e historia. Puedes recorrer la Basílica barroca, el Salón del Tesoro, y el Museo del Arsenal, que alberga armaduras, pinturas, documentos históricos y exvotos dejados por generaciones de fieles. En los pasillos laterales se exhiben trofeos de guerra, estandartes y objetos personales de figuras como Juan Pablo II o el general Sobieski.

Durante el mes de agosto, especialmente el día 15 (Asunción de la Virgen), llegan miles de peregrinos a pie desde todos los rincones de Polonia. Las peregrinaciones tradicionales son una muestra de fe colectiva y tradición que conmueve incluso a los visitantes no religiosos.

Częstochowa como ciudad también ofrece espacios para la cultura y la contemplación. El Museo de la ciudad, el Parque Stanisław Staszic y los murales contemporáneos que decoran varias fachadas muestran que esta urbe tiene mucho más que ofrecer que su dimensión religiosa.

Visitar Częstochowa es comprender una parte profunda del alma polaca: su vínculo con la fe, con la resistencia histórica y con una identidad cultural tejida alrededor de la devoción mariana. Es sin duda una parada poderosa dentro del itinerario de qué ver y hacer en Polonia.

16. Toruń: la ciudad gótica de Copérnico y el pan de jengibre

Situada a orillas del río Vístula, en la región de Cuyavia-Pomerania, Toruń es una de las ciudades medievales mejor conservadas de Europa Central. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es conocida por ser el lugar de nacimiento de Nicolás Copérnico, el astrónomo que revolucionó la visión del universo, y por sus legendarias galletas de jengibre (pierniki). Un destino imprescindible al planificar qué ver y hacer en Polonia.

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TORÚN

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El casco histórico de Toruń es una joya arquitectónica. Su Plaza del Mercado (Rynek Staromiejski) está rodeada por edificios góticos, renacentistas y barrocos, incluyendo el imponente Antiguo Ayuntamiento, cuyo mirador ofrece una de las mejores vistas de la ciudad. En el centro de la plaza se encuentra también la estatua de Copérnico, símbolo de orgullo local.

Uno de los mayores atractivos es la Casa de Copérnico, hoy convertida en museo. A través de exposiciones interactivas, documentos antiguos y reproducciones científicas, se puede entender la importancia de su obra y la influencia que tuvo en la historia del pensamiento occidental.

Toruń también destaca por su arquitectura religiosa y militar. Entre sus iglesias más notables están la Catedral de San Juan Bautista y San Juan Evangelista y la Iglesia de la Virgen María, ambas con fachadas de ladrillo rojo típicas del gótico báltico. Las ruinas del castillo teutónico, parcialmente conservadas, ofrecen un recorrido fascinante por la historia bélica de la ciudad.

Pero más allá de la historia, Toruń es famosa por sus dulces. El Museo del Pan de Jengibre es una visita obligada, donde podrás aprender sobre esta tradición centenaria, ver cómo se hornean las galletas con moldes antiguos, e incluso hacer tu propio piernik decorado. Un recuerdo sabroso y original.

La ciudad tiene también un ambiente cultural vibrante. En verano, las calles se llenan de festivales, como el Festival Bella Skyway, donde instalaciones de luz y proyecciones artísticas transforman edificios históricos en lienzos luminosos.

Pasear por Toruń de noche es como adentrarse en un cuento. Sus calles empedradas, la iluminación cálida y el reflejo del casco antiguo sobre el Vístula crean una atmósfera mágica y serena.

Toruń es, en resumen, una ciudad donde la ciencia, la tradición y el arte convergen. Un destino compacto, encantador y lleno de historia que merece figurar en cualquier ruta sobre qué ver y hacer en Polonia.

Ciudades menos conocidas de Polonia con mucho que ofrecer

Polonia está repleta de destinos sorprendentes más allá de sus ciudades emblemáticas. Si quieres descubrir una Polonia más auténtica y menos turística, hay una serie de localidades que merecen un lugar en tu lista sobre qué ver y hacer en Polonia. A continuación, te presentamos algunas de las más recomendables.

17. Paczków: la “Carcasona polaca”

Situada en la región de Opole, Paczków es famosa por su impresionante sistema de murallas medievales perfectamente conservadas, con 19 torres de vigilancia. Su casco antiguo está lleno de encanto, con iglesias góticas, casas de época y un ambiente que te transporta siglos atrás. Ideal para una escapada histórica.

18. Dębno: castillo y folklore

En el sur del país, cerca de Nowy Sącz, se alza el Castillo de Dębno, una joya renacentista rodeada de leyendas. Esta ciudad también es conocida por su arquitectura de madera y tradiciones vivas, como el folklore de los montañeses y festivales etnográficos anuales.

19. Zgorzelec: frontera con Alemania, historia dividida

Separada por el río Neisse de su hermana alemana Görlitz, Zgorzelec ofrece un curioso contraste cultural. Aquí puedes pasear por ambos lados de la frontera a pie, admirar arquitectura germano-eslava y visitar espacios históricos ligados a la Segunda Guerra Mundial y la postguerra.

20. Elbląg: canales e ingeniería fluvial

Cerca de Gdańsk, Elbląg combina historia teutónica con modernidad. Lo más sorprendente es el Canal de Elbląg, un sistema hidráulico único en el mundo que transporta barcos ¡por raíles sobre tierra firme! Un viaje en barco por esta ruta es una experiencia singular.

21. Kłodzko: mini Praga y fortaleza subterránea

Con su puente de piedra gótica, calles adoquinadas y una ciudadela imponente, Kłodzko es conocida como la “pequeña Praga polaca”. Su sistema de túneles subterráneos y su fortaleza del siglo XVII son visitas obligadas para los fanáticos de la historia militar.

Estas y otras ciudades como Legnica, Szymbark, Frombork o Kwidzyn te ofrecen otra dimensión del país: más tranquila, local y profundamente interesante. Ideales para quienes quieren ampliar su lista de qué ver y hacer en Polonia más allá de las rutas habituales.

22.Playas del norte: Białogóra y el mar Báltico

Cuando uno piensa en playas paradisíacas, probablemente no imagine a Polonia. Sin embargo, el país cuenta con una costa báltica extensa, serena y cada vez más valorada por viajeros que buscan naturaleza, tranquilidad y precios asequibles. Una de las joyas menos conocidas es la playa de Białogóra, perfecta para quienes desean descubrir una Polonia veraniega y diferente al planificar qué ver y hacer en Polonia.

Ubicada en el voivodato de Pomerania, entre las ciudades de Łeba y Władysławowo, Białogóra es una aldea costera rodeada de bosques de pinos, dunas y senderos naturales. Su playa es ancha, de arena fina, con acceso limitado al tráfico motorizado, lo que la convierte en un remanso de paz ideal para desconectar.

El ambiente es familiar y natural, con poca infraestructura comercial, lo cual forma parte de su encanto. No encontrarás resorts de lujo, sino casas de huéspedes, alquileres vacacionales y pequeños restaurantes donde degustar pescado fresco del Báltico. Es el lugar ideal para caminatas por la orilla, recogida de ámbar o simplemente disfrutar del sonido del mar sin aglomeraciones.

Además de la playa en sí, Białogóra forma parte de la Reserva de la Biosfera de la costa eslovinca. Puedes explorar senderos señalizados en bicicleta, visitar el Parque Nacional de Słowiński (con sus dunas móviles) o subir al mirador de Stilo para vistas espectaculares de la costa norte polaca.

Durante el verano se organizan pequeñas ferias artesanales, conciertos al aire libre y actividades para niños. También puedes practicar deportes suaves como windsurf, kitesurf o paseos a caballo por la playa.

Para llegar, se recomienda vehículo propio, aunque hay conexiones en tren y bus desde Gdańsk o Lębork. Lo mejor: la relación calidad-naturaleza-precio es inmejorable.

Si estás buscando playas vírgenes y sin multitudes en tu itinerario de qué ver y hacer en Polonia, Białogóra es una apuesta segura.

Fortalezas y castillos de Polonia

Más allá de los grandes emblemas como Malbork o Książ, Polonia está salpicada de fortalezas y castillos menos conocidos, muchos de ellos ocultos en bosques, colinas o pequeñas aldeas. Estas joyas arquitectónicas ofrecen una experiencia única para los viajeros que quieren adentrarse en la historia medieval del país fuera del circuito tradicional. A continuación, algunos ejemplos destacados que debes incluir en tu ruta sobre qué ver y hacer en Polonia.

23. Castillo de Czocha: leyendas y misterio en la Baja Silesia

Situado junto al lago Leśniańskie, en un entorno bucólico, el Castillo de Czocha parece sacado de una novela de fantasía. Fue reconstruido en estilo neorrenacentista en el siglo XX y se ha hecho famoso por su atmósfera enigmática y por albergar eventos medievales y juegos de rol. Puedes dormir en sus habitaciones históricas y recorrer pasadizos secretos usados durante la guerra.

24. Castillo de Rabsztyn: ruinas románticas sobre la roca

Ubicado en la Ruta de los Nidos de Águila, el Castillo de Rabsztyn corona una colina de piedra caliza con vistas espectaculares. Aunque en ruinas, ha sido parcialmente restaurado, y su silueta contra el cielo es perfecta para fotografías al atardecer. Durante el verano acoge justas medievales y recreaciones históricas.

25. Fortaleza de Modlin: la más grande de Polonia

A tan solo 35 km de Varsovia, la Fortaleza de Modlin es uno de los mayores complejos militares de Europa. Construida por Napoleón y ampliada por los rusos, cuenta con kilómetros de túneles, bastiones y barracones. Hoy se puede visitar libremente o con guía, y es escenario de festivales, rodajes de películas y exploración urbana.

26. Ruinas del Castillo de Muszyna (Baszta): vistas y tranquilidad

En la región de los montes Beskidy, Muszyna ofrece una escapada ideal a un entorno natural lleno de historia. Sus ruinas medievales, conocidas como “Baszta”, se alzan sobre una colina desde la que se obtienen vistas panorámicas del valle del Poprad. Un lugar poco conocido, perfecto para senderismo ligero y fotografía.

Estas fortalezas representan la cara más aventurera, romántica y desconocida del patrimonio polaco. Incorporarlas en tu ruta te permitirá descubrir paisajes únicos, historias de caballeros y leyendas locales mientras sigues explorando qué ver y hacer en Polonia.

Lagos y reservas naturales: la Polonia más serena

La naturaleza polaca no solo está representada por montañas y bosques. El país cuenta con cientos de lagos cristalinos, humedales y reservas protegidas que son ideales para actividades al aire libre, avistamiento de fauna o escapadas de fin de semana. Si buscas entornos tranquilos para incluir en tu lista de qué ver y hacer en Polonia, estos destinos naturales son imperdibles.

27. Jeziorak: el lago más largo de Polonia

Situado en la región de Warmia-Masuria, el Jeziorak es ideal para los amantes de la navegación, el kayak y el relax. Con más de 27 km de longitud y numerosas islas, es un destino popular entre quienes buscan alquilar una casa flotante o disfrutar de playas tranquilas rodeadas de naturaleza.

28. Zakrzówek: aguas turquesas en pleno Cracovia

Una antigua cantera convertida en lago, el Zakrzówek sorprende por sus aguas azul intenso. Es un lugar muy querido por los locales para paseos, buceo y descanso. El mirador de Zakrzówek ofrece vistas espectaculares del agua y de la ciudad, convirtiéndolo en una parada imprescindible cerca de Cracovia.

29. Niebieskie Źródła: las fuentes azules de Tomaszów

Esta reserva natural, cuyo nombre significa “Manantiales Azules”, destaca por sus aguas intensamente turquesas. El color es producto de la refracción de la luz sobre el fondo calcáreo. Es un espacio de calma y belleza perfecta para una caminata ligera en un entorno casi mágico.

30. Puszcza Zielonka: bosque virgen cerca de Poznań

Este vasto complejo forestal, situado al noreste de Poznań, ofrece más de 100 km de rutas de senderismo y ciclismo. Sus lagos, miradores y ruinas de monasterios hacen que sea uno de los mejores ejemplos de ecoturismo accesible en el oeste de Polonia.

Estas reservas y lagos no solo proporcionan un respiro de las ciudades, sino que muestran una faceta diferente y muy especial del país: la de la tranquilidad, el agua, los sonidos del bosque y el equilibrio natural. Un excelente complemento para cualquier recorrido sobre qué ver y hacer en Polonia.

Vistas panorámicas y miradores: Polonia desde lo alto

Una de las mejores maneras de apreciar la diversidad del paisaje polaco es desde las alturas. Ya sea sobre montañas, lagos, ciudades o parques naturales, Polonia cuenta con numerosos miradores naturales y construidos que permiten obtener vistas espectaculares. Si eres amante de la fotografía o simplemente quieres contemplar el horizonte, aquí te mostramos los mejores puntos panorámicos que deberías incluir en tu itinerario de qué ver y hacer en Polonia.

31. Taras Widokowy: panorámica total de Varsovia

En pleno centro de la capital, el mirador del Palacio de la Cultura y la Ciencia (Taras Widokowy) ofrece una vista de 360° sobre la moderna Varsovia. Desde su plataforma, situada en el piso 30, se pueden observar los rascacielos del distrito financiero, el Vístula, el casco antiguo y las zonas verdes que rodean la ciudad. Ideal tanto de día como al atardecer.

32. Zakrzówek Viewpoint: postales naturales en Cracovia

El Zakrzówek Viewpoint, ubicado sobre el lago del mismo nombre, ofrece una de las mejores vistas urbanas de Cracovia. Rodeado de bosques y acantilados de caliza, este punto elevado permite ver el agua turquesa del antiguo lago cantera, y en días despejados, hasta la silueta del Castillo de Wawel a lo lejos. Un sitio perfecto para un picnic o un descanso durante un paseo.

33. Czołpino Lighthouse: mar y dunas desde las alturas

Situado dentro del Parque Nacional de Słowiński, el faro de Czołpino ofrece una vista única sobre el mar Báltico y las dunas móviles. Tras subir una estrecha escalera de caracol, serás recompensado con una panorámica de arena, bosque y agua que parece infinita. Uno de los miradores más especiales del norte de Polonia.

34. Hala Gąsienicowa y Dolina Gąsienicowa: miradores de alta montaña

En el corazón de los montes Tatras, estas dos praderas alpinas ofrecen impresionantes vistas de picos como el Świnica o el Kościelec. Son accesibles desde Zakopane a través de rutas de trekking y se transforman con cada estación: verdes en verano, doradas en otoño, cubiertas de nieve en invierno. Ideales para amantes del senderismo y la fotografía de naturaleza.

Contemplar Polonia desde lo alto es descubrir otra dimensión del país: su equilibrio entre naturaleza, historia y modernidad. Asegúrate de incluir al menos uno de estos miradores en tu viaje para capturar la esencia visual de qué ver y hacer en Polonia.

Rutas de senderismo recomendadas: naturaleza paso a paso

Polonia es un país privilegiado para el senderismo. Desde suaves caminatas familiares hasta ascensiones exigentes, sus paisajes ofrecen variedad, señalización cuidada y una rica biodiversidad. Si disfrutas explorar a pie, aquí tienes algunas de las mejores rutas de senderismo que debes considerar al planear qué ver y hacer en Polonia.

35.Ruta a Czarny Staw Gąsienicowy (Tatras)

Esta ruta parte desde Kuźnice, en Zakopane, y asciende hacia la hermosa Czarny Staw Gąsienicowy, un lago glaciar rodeado de montañas afiladas. La caminata (de unas 3–4 horas ida y vuelta) es moderada, pero con paisajes espectaculares: praderas, pinos alpinos y vistas alucinantes del macizo tatrense. Ideal para los que buscan un desafío accesible.

36. Połonina Caryńska (Bieszczady)

Una de las caminatas más populares del sureste polaco. La subida a la Połonina Caryńska atraviesa bosques y praderas altas (połoniny) desde donde se puede observar toda la cordillera de Bieszczady. Perfecta al atardecer o en otoño, cuando los colores del bosque estallan. El recorrido es de dificultad media, con tramos abiertos y vistas en 360°.

37. Ruta por el Parque Nacional Ojców

Ojców ofrece varias rutas de dificultad baja a media que combinan naturaleza, cuevas, castillos y formaciones rocosas. La más popular es la que conecta el Castillo de Ojców con la Cueva del Rey Łokietek y la Maza de Hércules, atravesando frondosos valles. Ideal para una excursión de medio día cerca de Cracovia.

38. Sendero del Lago Łebsko (Słowiński)

Para una experiencia más suave, esta caminata en el norte del país atraviesa humedales, bosques y dunas costeras. Parte del Parque Nacional de Słowiński, es una ruta perfecta para avistar aves, disfrutar del silencio y acercarse al faro de Czołpino o al mar Báltico.

Estas rutas muestran la riqueza del territorio polaco para quienes quieren disfrutarlo paso a paso. Ya sea en las alturas, en bosques profundos o junto al mar, el senderismo es una forma inigualable de conectar con la tierra, y una excelente opción al definir qué ver y hacer en Polonia.

Trenes turísticos y parques familiares: planes para todas las edades en Polonia

Polonia es un destino fantástico para viajes en familia. Más allá de sus paisajes y monumentos, el país cuenta con múltiples opciones adaptadas para niños, adolescentes y adultos curiosos. Desde trenes turísticos en miniatura hasta parques temáticos en entornos naturales, estas actividades aportan una dimensión lúdica y educativa al itinerario de qué ver y hacer en Polonia.

39. Kolejka Parkowa Maltanka (Poznań)

Este tren turístico a escala, en funcionamiento desde 1972, es una de las atracciones favoritas de las familias en Poznań. Recorre un tramo de 3,8 km desde el Lago Malta hasta el zoológico nuevo, atravesando zonas verdes, estanques y senderos arbolados. El viaje se realiza en vagones históricos, y durante el verano circulan locomotoras de vapor restauradas.

Es ideal para los más pequeños y una excelente forma de combinar transporte y entretenimiento en una zona de ocio muy bien equipada, con minigolf, parque acuático y pistas de esquí artificial.

40. Zoológicos y jardines botánicos

Polonia cuenta con zoológicos de referencia como el ZOO de Wrocław, que además de contar con cientos de especies, incluye el espectacular Afrykarium, un acuario y museo biológico dedicado a la fauna del continente africano. Otros zoológicos populares están en Varsovia, Cracovia y Gdańsk.

En cuanto a espacios botánicos, destacan el Jardín Botánico de Cracovia (uno de los más antiguos de Europa), el Jardín Botánico de Lublin, y el impresionante Arboreto de Rogów, con colecciones de árboles de todo el mundo.

41. Parques temáticos y actividades al aire libre

Algunos parques ideales para pasar el día en familia incluyen:

  • 🌳 Energylandia (Zator): el parque de atracciones más grande de Polonia, con zonas para niños pequeños, adolescentes y adultos, además de espectáculos y parque acuático.
  • 🌻 JuraPark (Bałtów): parque educativo con dinosaurios a tamaño real, mini zoo y cine prehistórico.
  • 🛷 Centro de Recreación de Zawoja: actividades de montaña, toboganes de verano, senderos y vistas al Babia Góra.

Este tipo de lugares hacen que los viajes con niños en Polonia sean más cómodos y divertidos. Si estás armando una lista sobre qué ver y hacer en Polonia en familia, estos planes asegurarán sonrisas para todos los miembros del grupo.

Escapadas de aventura y naturaleza: para espíritus activos

Polonia no solo es un país para contemplar: también es un destino ideal para vivirlo intensamente. Para los viajeros activos, existen múltiples opciones de aventura, desde rafting y senderismo hasta experiencias únicas como casas invertidas o montañas misteriosas. Aquí te mostramos algunas escapadas recomendadas para quienes buscan adrenalina y contacto directo con la naturaleza dentro del recorrido de qué ver y hacer en Polonia.

42. Zawoja y el Babia Góra

Zawoja es el punto de partida ideal para ascender al Babia Góra, la cima más alta de los montes Beskidy (1.725 m). Esta ruta de senderismo es exigente pero muy gratificante, con vistas espectaculares de los Cárpatos y, en días despejados, incluso de los Tatras. En invierno, la zona es excelente para el esquí de travesía y las raquetas de nieve.

Zawoja también cuenta con un parque recreativo familiar, rutas ciclables y alojamiento rural para quienes buscan tranquilidad después de la aventura.

43. Szymbark y su casa al revés

En la región de Pomerania, el pueblo de Szymbark alberga una de las atracciones más curiosas de Polonia: la Casa al Revés, literalmente construida con el tejado en el suelo y los muebles colgando del techo. Es parte del Centro de Educación y Promoción Regional, que incluye también el tramo más largo del mundo de una viga de madera, un búnker reconstruido, una réplica de una prisión soviética, y una cervecería artesanal.

Una parada divertida y educativa en el norte del país que combina historia, cultura y humor.

44. Puszcza Zielonka: aventuras entre bosques y lagos

A las afueras de Poznań se extiende la Reserva Natural de Puszcza Zielonka, un área boscosa ideal para el ciclismo, el kayak y la observación de fauna. Hay rutas señalizadas, torres de vigilancia, zonas de picnic y puntos históricos como iglesias de madera y antiguos molinos. Una escapada perfecta para una jornada activa en plena naturaleza.

45. Actividades de montaña en los Tatras y Bieszczady

  • En los Tatras, puedes practicar escalada, tirolinas, trekking alpino o rutas guiadas con crampones.
  • En Bieszczady, puedes hacer paseos a caballo por praderas, safaris fotográficos de bisontes o senderismo nocturno con observación astronómica.

Polonia es un país que se adapta a todos los estilos de viajero, y estas escapadas aventureras demuestran que también es un destino para quienes prefieren vivir la naturaleza con intensidad. No dejes de incluir estas experiencias al definir qué ver y hacer en Polonia.

ITINERARIOS PARA VIAJAR A POLONIA

🗺️ Itinerario de 7 días en Polonia: ruta recomendada para una semana

Si dispones de solo una semana para descubrir el país, no te preocupes: es posible diseñar un itinerario de 7 días en Polonia que combine ciudades, cultura, paisajes naturales y experiencias auténticas. Aquí te presentamos una ruta equilibrada, ideal para una primera visita, y que cubre los principales lugares que deberías incluir al planear qué ver y hacer en Polonia.

🛬 Día 1: Llegada a Cracovia

  • Recorrido por el centro histórico: Plaza del Mercado, Basílica de Santa María y Lonja de los Paños.
  • Paseo vespertino por Kazimierz (barrio judío).
  • Cena con pierogi y cerveza artesanal local.

🏰 Día 2: Cracovia – Castillo de Wawel y Auschwitz

  • Mañana: visita al Castillo y la Catedral de Wawel.
  • Tarde: excursión guiada a Auschwitz-Birkenau (1 hora en coche).
  • Noche: paseo por el Vístula.

🌲 Día 3: Parque Nacional de Ojców y Zakopane

  • Ruta por el parque, visita a la Cueva del Rey Łokietek y Castillo de Pieskowa Skała.
  • Traslado a Zakopane (2,5 h).
  • Alojamiento en cabaña tradicional.

⛰️ Día 4: Zakopane y Morskie Oko

  • Trekking suave o paseo en coche de caballos hasta el lago glaciar Morskie Oko.
  • Tiempo libre para explorar Krupówki y disfrutar de queso oscypek.
  • Baños termales en Bukowina por la tarde.

🏙️ Día 5: Varsovia

  • Traslado matutino a Varsovia (tren o vuelo desde Cracovia).
  • Visita a la Ciudad Vieja, Castillo Real y Parque Łazienki.
  • Cena en el distrito de Praga o Stare Miasto.

🏛️ Día 6: Varsovia – Museo del Alzamiento y Palacio de Cultura

  • Mañana: Museo del Alzamiento.
  • Subida al mirador del Palacio de la Cultura.
  • Paseo por Nowy Świat y compras.

🧳 Día 7: Regreso o excursión a Modlin / Castillo de Czocha (opcional)

  • Dependiendo del vuelo, puedes realizar una excursión de medio día.
  • Alternativamente, visita tranquila a parques urbanos y jardines botánicos.

Este itinerario es perfecto si buscas una introducción completa al país, combinando lo urbano, lo histórico y lo natural en tan solo 7 días. Y lo mejor: es totalmente personalizable según tus intereses sobre qué ver y hacer en Polonia.

🗺️ Itinerario de 14 días en Polonia: exploración a fondo del país

Si tienes dos semanas, puedes disfrutar de una ruta más completa y profunda. A continuación te proponemos un itinerario de 14 días en Polonia que combina grandes ciudades, pueblos con encanto, castillos, parques naturales y experiencias únicas. Ideal para viajeros que desean empaparse de toda la diversidad del país.

🗓️ Días 1–2: Varsovia

  • Llegada y visita al casco antiguo, Museo del Alzamiento, Parque Łazienki, barrio de Praga y mirador panorámico.

🗓️ Días 3–4: Gdańsk y la costa

  • Tren a Gdańsk (3 h).
  • Visita al casco antiguo, Museo de la Segunda Guerra Mundial y muelle de Sopot.
  • Opción: excursión a la península de Hel o Parque Nacional de Słowiński.

🗓️ Día 5: Castillo de Malbork y Elbląg

  • Excursión de día completo al castillo gótico más grande del mundo.
  • Visita a Elbląg o navegación en el canal homónimo.

🗓️ Días 6–7: Toruń y Poznań

  • Visita a la ciudad natal de Copérnico, pan de jengibre y casco medieval.
  • Traslado a Poznań y exploración del centro histórico, cabras del ayuntamiento, Lago Malta y Stary Browar.

🗓️ Días 8–9: Wrocław

  • Traslado a Wrocław. Búsqueda de enanitos, Ostrów Tumski, Aula Leopoldina y Jardín Japonés.
  • Opción: visita al Castillo de Książ.

🗓️ Días 10–11: Cracovia

  • Llegada a Cracovia, visita a Rynek, Wawel, Kazimierz y museos.
  • Opción: Excursión al campo de Auschwitz-Birkenau.

🗓️ Días 12–13: Zakopane y Morskie Oko

  • Paseo por las montañas Tatras y visita a Morskie Oko o Hala Gąsienicowa.
  • Disfruta de gastronomía montañesa y baños termales.

🗓️ Día 14: Vuelta a Cracovia y regreso

  • Mañana libre para compras, paseo por Planty o vistas desde el montículo Kościuszko.
  • Vuelo de regreso.

Este itinerario de 14 días te permitirá experimentar lo mejor de Polonia con tiempo suficiente para relajarte, explorar y conectar con su gente y paisajes. Una ruta ideal para quienes desean absorber a fondo todo lo que hay que ver y hacer en Polonia.

Consejos prácticos para viajar por Polonia

Viajar a Polonia es cómodo, seguro y accesible. No obstante, tener en cuenta algunos detalles logísticos y culturales te permitirá aprovechar al máximo tu experiencia. Aquí te compartimos una serie de consejos prácticos fundamentales que complementan cualquier plan sobre qué ver y hacer en Polonia.

💱 Moneda y pagos

La moneda oficial es el zloty polaco (PLN). Aunque muchos lugares aceptan tarjetas de débito y crédito, siempre es recomendable llevar algo de efectivo para zonas rurales, pequeños comercios o transporte local.

  • 1 euro equivale (aproximadamente) a entre 4 y 4,5 zlotys.
  • Puedes cambiar dinero en casas de cambio (kantor), que suelen ofrecer mejores tasas que los bancos.
  • Los cajeros automáticos están ampliamente disponibles, incluso en pueblos pequeños.

🗣️ Idioma

El idioma oficial es el polaco. Aunque no es fácil de aprender, los polacos suelen ser pacientes y amables con los visitantes. En ciudades grandes y zonas turísticas, muchas personas hablan inglés (especialmente los jóvenes y en servicios turísticos).

  • Aprende frases básicas: Dzień dobry (buenos días), Dziękuję (gracias), Proszę (por favor).
  • Las señales de tráfico e información turística suelen estar también en inglés.

🚍 Transporte

Polonia cuenta con un sistema de transporte público eficiente y bien desarrollado:

  • 🚆 Tren: Ideal para viajes entre ciudades. PKP Intercity y Polregio son las compañías más usadas.
  • 🚌 Autobús: FlixBus, PolskiBus y líneas regionales conectan pueblos, aeropuertos y destinos secundarios.
  • 🚗 Coche: Las carreteras principales están en buen estado. Se recomienda para explorar parques nacionales y áreas rurales.
  • 🚶 En ciudades, moverse a pie o en tranvía es lo más práctico. Varsovia, Cracovia y Wrocław tienen excelentes redes de transporte urbano.

🛏️ Alojamiento

Desde hoteles de lujo hasta hostales y casas rurales, Polonia tiene opciones para todos los presupuestos:

  • En ciudades grandes, puedes encontrar alojamiento por menos de 30 € la noche con excelente calidad.
  • En zonas rurales y montañosas, busca agroturismo o casas de huéspedes (agroturystyka).
  • Booking, Airbnb y plataformas locales como e-turysta.pl son ampliamente utilizadas.

📱 Internet y conectividad

  • La mayoría de alojamientos, cafés y estaciones ofrecen Wi-Fi gratuito.
  • Para datos móviles, puedes comprar una tarjeta SIM prepago (Orange, Plus, T-Mobile, Play) con tarifas económicas.
  • Polonia forma parte del espacio de roaming europeo, por lo que los viajeros de la UE pueden usar sus datos sin coste adicional.

🧭 Seguridad y normas culturales

  • Polonia es un país seguro, con bajos índices de criminalidad.
  • Es habitual que la gente se quite los zapatos al entrar en una casa.
  • La puntualidad es muy valorada, especialmente en contextos formales o profesionales.
  • La propina es habitual en restaurantes (entre 5–10%).

Estar preparado con esta información te permitirá disfrutar al máximo de tu viaje, optimizar tu ruta y desenvolverte con mayor comodidad mientras exploras todo lo que hay que ver y hacer en Polonia.

❓ Preguntas frecuentes sobre qué ver y hacer en Polonia

A continuación, respondemos a las preguntas más comunes que suelen surgir al planear un viaje a Polonia. Esta sección es útil para despejar dudas rápidas y ayudarte a optimizar tu itinerario.

¿Cuál es la mejor época para visitar Polonia?

Depende del tipo de viaje que busques:

  • 🌸 Primavera (abril–junio): ideal para senderismo, parques naturales y ciudades sin multitudes.
  • ☀️ Verano (julio–agosto): clima cálido y perfecto para explorar lagos y playas, aunque es temporada alta.
  • 🍂 Otoño (septiembre–octubre): colores espectaculares en bosques y menos turismo.
  • ❄️ Invierno (diciembre–marzo): excelente para deportes de nieve y mercados navideños.

👉 Recomendación: si es tu primer viaje, la primavera o el otoño son las estaciones más equilibradas.

¿Qué comida típica no puedo perderme?

Polonia tiene una gastronomía rica y reconfortante. No dejes de probar:

  • Pierogi (empanadillas rellenas de carne, queso o frutas)
  • Żurek (sopa ácida con salchicha y huevo)
  • Bigos (estofado de repollo y carne)
  • Placki ziemniaczane (tortitas de papa)
  • Oscypek (queso ahumado típico de las montañas)

Además, acompaña tus comidas con cervezas locales o licores como el żubrówka (vodka de hierba de bisonte).

¿Se necesita visado para viajar a Polonia?

  • No, si eres ciudadano de la UE o del espacio Schengen.
  • Para viajeros de América, Australia o Asia, en la mayoría de los casos no se requiere visado para estancias cortas (hasta 90 días).
  • Siempre es recomendable revisar la normativa actualizada en el consulado o embajada polaca correspondiente.

¿Qué lugares son imprescindibles si tengo poco tiempo?

Si solo tienes unos días, prioriza:

  • Cracovia (historia, cultura y arquitectura)
  • Varsovia (capital moderna con pasado trágico)
  • Gdańsk (mar, comercio hanseático e historia contemporánea)
  • Un parque nacional (como Słowiński o Białowieża)
  • Algún castillo (Malbork o Książ)

👉 En una semana puedes combinar ciudad + naturaleza + patrimonio sin grandes desplazamientos.

¿Es Polonia un país caro?

No. Polonia sigue siendo uno de los países más económicos de la Unión Europea. El coste de vida es muy accesible:

  • Una comida completa puede costar entre 8–12 €.
  • Transporte urbano desde 0,90 €.
  • Alojamiento decente desde 20–50 € la noche.
  • Entradas a museos o castillos: entre 2 y 8 €.

Es un destino ideal para viajeros con presupuesto medio o mochileros.

¿Puedo beber agua del grifo?

Sí, el agua del grifo en Polonia es segura para beber, especialmente en ciudades. No obstante, muchos locales prefieren el agua embotellada por hábito

¿Qué precio tiene Polonia para turistas?

  • El país se destaca por ser muy asesible comparado con Europa Occidental. Alimentación, transporte y alojamiento suelen ser baratos, incluso en ciudades grandes
  • Se pueden encontrar hoteles de cinco estrellas desde aproximadamente 100€ por noche en Cracovia
  • Un plato típico en un bar local cuesta entre 8–12 €, transporte urbano por menos de 1 €/trayecto y alojamiento básico por 30–50 €/noche

Es posible moverse fácilmente entre ciudades?

  • Sí. La red de trenes PKP Intercity conecta eficientemente las principales ciudades. Existen trenes rápidos y económicos (TLK).
  • Para trayectos suburbanos o zonas rurales también funcionan bien servicios de bus como FlixBus o PolskiBus.
  • Dentro de las ciudades principales encontrarás tranvías, autobuses y apps como Jakdojade para planificar rutas y comprar billetes .

¿La gente habla inglés?

  • En grandes ciudades y zonas turísticas, especialmente gente joven, el inglés está ampliamente presente. Sin embargo, en zonas rurales o pueblos pequeños puede no entenderse bien.
  • Aprender frases básicas como “Dzień dobry” (buenos días), “Proszę” (por favor) y “Dziękuję” (gracias) siempre genera buena impresión .

¿Cuál es la etiqueta local / costumbres culturales?

  • Al entrar a una casa o alojamiento rural, es habitual quitarse los zapatos.
  • Regalar número impar de flores si llevas un detalle (los pares se reservan para funerales).
  • Evita preguntar «¿Cómo estás?» si no lo haces sinceramente: los polacos valoran la honestidad directa en este tipo de interacciones .

¿Qué enchufes se utilizan y qué adaptadores necesito?

  • El sistema eléctrico estándar es de 230 V / 50 Hz, y se usan enchufes tipo C y E (dos clavijas redondas, tipo E con toma de tierra) .
  • Si viajas desde EE. UU. u otros países con voltaje diferente, lleva adaptador y convertidor de voltaje.

CONCLUSIÓN SOBRE QUÉ VER Y HACER EN POLONIA

Polonia es mucho más que sus ciudades emblemáticas o su historia reciente. Es un país diverso, sorprendente y lleno de contrastes que merece ser explorado con calma y curiosidad. Desde sus vibrantes centros urbanos como Cracovia, Varsovia o Wrocław, hasta los paisajes vírgenes de Bieszczady, los Tatras o Białowieża, cada rincón ofrece una experiencia distinta.

Si te preguntas qué ver y hacer en Polonia, la respuesta es tan amplia como emocionante:

  • Puedes seguir los pasos de Copérnico en Toruń,
  • Contemplar las dunas móviles en Słowiński,
  • Relajarte en lagos escondidos,
  • Descubrir castillos medievales y fortalezas ocultas,
  • Caminar por rutas de montaña inolvidables,
  • Sentarte en una plaza histórica a saborear un pierogi caliente con una cerveza artesanal local.

Ya sea que busques cultura, aventura, gastronomía, naturaleza, espiritualidad o rutas poco transitadas, Polonia lo tiene todo. Y lo mejor: aún conserva una autenticidad y accesibilidad que la hacen especial frente a otros destinos europeos.

Este artículo ha sido diseñado como una guía completa y práctica para ayudarte a construir tu propio itinerario, a tu ritmo y según tus intereses. Puedes usarla como punto de partida para una escapada de fin de semana, unas vacaciones de dos semanas o incluso un viaje temático centrado en naturaleza, historia o arquitectura.

Polonia te sorprenderá. No es solo un destino para visitar, sino un país para vivir, sentir y recordar.

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